Los jóvenes de los Campos de Trabajo «Regina Mundi ´09» comparten sus vivencias

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Resulta muy difícil expresar con palabras los sentimientos y momentos vividos en la casa de Regina Mundi.
Es una experiencia que sólo desde su vivencia puede ser entendida.
Cuando llegas a esa realidad lo primero que llevas son miedos, las cosas que dejas aparcadas en tu vida, … y los motivos por los que deberías volver corriendo a casa.

Sólo cuando te decides por fin a entrar en ese «emotivo» hogar y descubres a personas que a pesar de sus palpables limitaciones (físicas o psíquicas, o ambas) [ya que las nuestras, a veces, no son tan perceptibles; o las mantenemos más ocultas] son personas. Sólo cuando te acercas a ellas, puedes salir de lo «importante» para la sociedad y el mundo, y adentrarte en lo valioso para Dios. dsc03885
El ser parte de la Familia de Regina, durante 10 días, ha sido un regalo (cargado de pequeños detalles, en el día a día, en lo cotidiano) por el que siento la necesidad de dar gracias a Dios. Y que agradezco enormemente a la congregación de los Sagrados Corazones y a la Institución Benéfica del Sagrado Corazón de Jesús, por darme la oportunidad de ir. Y especialmente, a las hermanas Mª Ángeles, Ana Mª y Emma por lo bien que nos han tratado; a las personas que trabajan allí (Mari Pepa, Dolores, Isabel) por lo que nos han ayudado y enseñado (con las tareas); a Fernando Bueno SSCC por haber coordinado todo (estupendamente); a mis compañeros del campo de trabajo y a todos los que viven en la casa (y los que han pasado por Regina, mientras estuve).
Surgen muchas actitudes y sentimientos durante la estancia allí: cansancio y fuerza, alegría y esperanza, confianza en Dios, … Pero lo más grande es el Amor que te es regalado.
La verdad es que no sabría decir quién recibe más. Aunque sí puedo afirmar que me siento más ayudada yo, que lo que han necesitado ellos.
Ahora, me he dado cuenta de lo incompleta que estaba mi vida y mi fe sin esta experiencia; que recomiendo a todos. dsc03730