Son muchos los testimonios que nos están llegando de la Peregrinación a Lourdes, que tanta huella ha dejado en tantas personas, gracias a la intercesión de la Madre Rosario y de María. Javier Cabello Longué comparte también su experiencia como buen conocedor de la Institución desde hace tantos años y como familiar de una de las hermanas de la Institución, la Hna Beatriz Mañeru: «Cuando, más o menos, a principio de este año la Hermana Beatriz me comentó el proyecto de la Institución de peregrinar a Lourdes, usando las palabras del obispo de Vitoria en la homilía de la Misa de la gruta, se me abrió el cielo.
Yo llevaba por distintas circunstancias más de 20 años sin poder ir a Lourdes y esta ocasión que se me presentaba no la podía desaprovechar. Por eso, por todo lo que Lourdes ha significado en mi vida, tanto a nivel espiritual como personal y familiar; el amor profundo que tengo por la Institución y el hecho de «trabajar» en la mayor empresa de España (el paro) que me hace tener mucho tiempo libre, decidí ponerme manos a la obra y ayudar en todo lo que pudiera a que esta peregrinación saliera adelante. Y gracias a Dios, a muchos colaboradores en Madrid, Lourdes, Vitoria y las distintas casas de la Institución, lo hemos conseguido. Hemos trabajado duro durante muchos meses pero, como le decía a la Hermana Conchi: Lo bien que me lo he pasado haciéndolo, no tiene precio.
Tampoco tiene precio todo lo que he vivido estos días. Me he reencontrado con mucha gente: Hermanas, acogidos y voluntarios a los que hacía mucho tiempo que no veía. Hemos rezado juntos en la gruta , hemos adorado al Señor en la Procesión Eucarística, Acompañado a La Señora en la procesión de las antorchas, recorrido la pasión de Cristo en el Vía Crucis, hemos conocido un poco más a «PAPITO DIOS» (Gracias José Vicente. Muchos éxitos cuando vuelvas a tu país)y también hemos experimentado la presencia de la Gracia Divina en la cueva de Massabielle.
Como no todo han sido rezos, también hemos tenido tiempo para reír y disfrutar de la gran familia que es la la Institución. Hemos salido de compras, a tomar una coca cola o un café por los bares de alrededor, hemos comido poco (las cantidades no eran como para pecar de gula) y hemos hecho sufrir a nuestro amigo Andrés, bético acérrimo, cantándole el himno del Sevilla. Gracias Andrés por tu sonrisa permanente en esos momentos a pesar de, como me decías, la cruz que tenías que llevar aguantando tanto sevillista.
Termino. Esta peregrinación se organizó para conmemorar los 25 años de la muerte de la Madre Rosario. Seguro que desde el cielo nos ha estado acompañando. Ahora tenemos que buscar otra excusa para el año que viene… Hermana Conchi, creo que los 26 años de la muerte de vuestra fundadora puede ser un buen motivo…
Por último gracias a todos por vuestra colaboración, vuestra amistad y paciencia. Gracias a todos por demostrar que SOMOS UNA FAMILIA, SOMOS UN MOGOLLON.
Un abrazo para todos
JAVIER CABELLO